El Rayo se dio un pequeño festín navideño a costa de un Marino que ofreció escasa resistencia. Los de Quirós se mostraron endebles en defensa, inocentes en el centro y romos en ataque, siendo fáciles víctimas de un Rayo que suma dos meses sin derrotas y que recupera provisionalmente una plaza de promoción.
Comenzó dominando el Rayo, que ya en el minuto 7 reclamaba un supuesto derribo de Samuel Barrio sobre Piti que el colegiado no entendió como tal; en el 12, Guillermo detenía un disparo de Piti tras centro de Collantes. Poco a poco, el ala izquierda del Rayo empezó a generar acciones de ataque, tanto por parte de Llorens como de Collantes, muy activos, debido a que Quero se preocupaba más de atacar que de defender y dejaba solo a Pantiga para frenar a los dos zurdos vallecanos.
En pleno acoso local llegó el primer gol. Un centro de Albiol en el minuto 24 lo remataba de cabeza Collantes adelantándose a un Guillermo que falló en su salida. Los de Mel no se conformaron y siguieron atacando a un adversario que bastante hacía con defenderse. En la delantera, Nacho García se desesperaba en su lucha en solitario. En el 35 pivotó de espaldas a la portería y sirvió a Miki, cuyo disparo lejano lo blocó Tete sin complicaciones.
Un minuto después, Guillermo tuvo que emplearse a fondo para despejar un mal control de Míchel; en el 36 Piti estrellaba un remate en el larguero, y en el 42 llegaba el segundo gol, tras un pase entre líneas de Collantes que Míchel cruzó ante la salida desesperada de Guillermo.
Tras el descanso, Quirós buscó reanimar a su equipo dando entrada a Efrén y a Nacho Canterla y adelantando la posición de Ñoño, quien acabó dejando también su sitio a Viti Gómez. El Rayo, más calmado, se dedicó a controlar el encuentro y renunció a hurgar en la herida de un rival tocado.
Pero incluso así consiguió marcar de nuevo tras un centro desde la izquierda de Míchel, que Piti cabeceó de forma soberbia a la red. El Marino estaba fundido y los rayistas se limitaron a cumplir el expediente final ante una afición que recupera la esperanza.
la nueva españa
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