El oportunismo de Nacho García permitió al equipo luanquín imponerse por la mínima al Vecindario y sumar tres puntos muy importantes en su lucha por escapar de los puestos de descenso
El oportunismo de Nacho García dio al Marino tres puntos muy importantes en su lucha por escapar de los puestos de descenso. El delantero local aprovechó un grave error de Marcos para superar a Oliver con un remate por toda la escuadra que significó el gol del triunfo luanquín.
Durante los primeros minutos el juego fue muy embarullado, y aunque el dominio correspondía al Marino, éste no se traducía en claras oportunidades de gol ante un rival que sorprendía al alinear cinco defensas para controlar a sólo un delantero del Marino.
Los de Quirós sufrieron una contrariedad al cuarto de hora de partido, cuando el capitán, Samuel, tuvo que abandonar el terreno de juego por problemas musculares. Los luanquinos buscaban las llegadas a la meta contraria, fundamentalmente por los debutantes Pablo Díaz y Pablo Lago, aunque con escasa fortuna. A los 24 minutos los locales reclamaron una posible falta de Alberto Saavedra a Pablo Díaz dentro del área, pero Docabo Otero, muy protestado durante todo el partido, no señaló nada.
Poco después llegó el único tanto del encuentro. Marcos se hizo un lío al intentar despejar la pelota y la dejó a los pies de Nacho García, quien, tras controlarla, la alojó en el portal visitante con un ajustado derechazo.
El equipo de Pacuco Rosales intentó la reacción de la mano de Raúl Borrero, aunque estuvo siempre bien marcado y apenas generó peligro durante este primer período.
Tras el descanso, los visitantes rehicieron sus líneas y adoptaron un carisma ofensivo haciéndose con la iniciativa del choque. Pese a todo, Guillermo seguía sin verse obligado a intervenir para salvar situaciones de peligro.
En cambio, el Marino estuvo a punto de aumentar su ventaja tras una buena dejada de Nacho García a Rubén Suárez que éste finalizó con un chut detenido por Oliver. Quirós dio entrada a Fredy, el tercer refuerzo del mercado de invierno, en sustitución de Pablo Lago, buscando neutralizar el poderío visitante, aunque el ex sportinguista acusó la inactividad.
La ocasión más clara para el Vecindario llegó a los 71 minutos con un disparo de Raúl Borrero desde una esquina del área pequeña que Guillermo desvió en buena intervención. Hasta el final el Marino sufrió para mantener el resultado, pero consiguió un balón de oxígeno considerable y afrontará una nueva final el domingo ante el Orense.
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