El Marino se deshizo con bastante facilidad del Ourense en un encuentro en el que los de Tomé pudieron lograr el empate antes del descanso, pero el meta Guillermo detuvo un penalti lanzado por un desafortunado Aloisio. Como definió más tarde en rueda de prensa el entrenador del Ourense, su equipo hizo los dos peores encuentros de esta liga ante el Marino, curiosamente un rival directo en zona baja. Y es que, salvo en los minutos finales del primer período, cuando llegó esa pena máxima, la tarde fue un monólogo del Marino.
Ya desde los primeros compases, el equipo que entrena José Luis Quirós salió con un juego más dinámico, apoyado en el 4-2-3-1, mientras el Ourense, con Pablo como pivote, intentaba aguantar el empuje asturiano. No lo consiguió, ya que Pablo Lago dejó un sello de calidad apenas a los cuatro minutos de partido, y tras driblar a Seoane chutó raso y por el palo corto, logrando el uno a cero. Era un mal comienzo para los rojillos, e incluso el nerviosismo apareció en algunos jugadores y a ello contribuyó también un desconcertante colegiado como Díaz Arias, que mostró siete cartulinas en la primera parte.
Los locales fueron bajando el ritmo poco a poco, quizá confiados en su ventaja y en su superioridad a la hora de mover el esférico, y el Ourense fue de menos a más a medida que pasaban los minutos. Lozano cabeceaba un balón y Guillermo intervenía con acierto en la primera oportunidad destacada para los pupilos de Tomé, y a los 41 minutos el central local Jorge cometió una mano inocente en el interior del área. Aloisio lanzó, pero el arquero del Marino Guillermo intuyó la trayectoria y evitó que el empate cayese del lado ourensano. Con el uno a cero pero síntomas de mejoría en esos últimos minutos se llegó al intermedio.
En la segunda mitad, esta progresión marcada por los rojillos saltó por los aires, ya que el Marino de Luanco volvió a recuperar el pulso al encuentro. Nacho García disfrutaba de dos ocasiones consecutivas para ampliar las rentas locales, y Pablo Lago de otra. Era total el acoso de los locales en estos minutos iniciales, dando la sensación de que el segundo tanto no tardaría en llegar. Así, cuando se cumplía el cuarto de hora, Oli incurrió en penalti sobre Pablo Díaz. Pablo Lago marcó al segundo intento, ya que aunque también marcó a la primera, el colegiado mandó repetir. Dos a cero y todo cuesta arriba.
José Luis Quirós empezaba a mover su banquillo, mientras Tomé también movía piezas, aunque la inoperancia de ataque resultó evidente durante todo este segundo tiempo. Y es que el fútbol de los rojillos estuvo bajo mínimos, y peor todavía desde que los asturianos ampliaron su ventaja. No hubo asomo de reacción por ninguna parte, y con un juego descoordinado nunca puso en aprietos la victoria del conjunto de Miramar.
El Ourense fue inferior al Marino en todo momento, salvo en el tramo final de la primera parte, y este resultado complica la trayectoria del cuadro ourensano a corto plazo, ya con la soga del descenso ceñida en el cuello. El Marino, que ha logrado dos triunfos consecutivos en los dos últimos encuentros, recupera oxígeno en parte gracias a los fichajes como Pablo Díaz, Pablo Lago o Fredi, que demostraron su condición de desequilibrantes tanto frente al Vecindario como ayer ante el equipo de O Couto. Este Ourense abre el fuego de la segunda vuelta con un rendimiento preocupantemente flojo.
foro del ourense
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