Los vigueses ven truncada su racha de buenos resultados frente al Marino de Luanco.
MARINO DE LUANCO 1 - 0 CELTA B
MARINO DE LUANCO
Guillermo; Canterla, Pantiga, Samuel, Alex; Serrano, Miki (Pascual, minuto 46), Pablo Díaz (Fredi, minuto 75), Suárez, Lago, Aliaga (Alberto, minuto 63).
CELTA B
Yoel; Álex, Richi, Hernández (Víctor, minuto 85), Noel Alonso, Aicart, Mouriño, Mateo, Ábalo (José Manuel, minuto 84), Aspas, Joselu (Ferrán, minuto 73).
GOL: 1-0, Minuto 94: Pablo Lago.
ÁRBITRO: García García (Colegio cántabro). Tarjetas amarillas a Darío, Serrano, Alberto, Suárez; Mouriño, Noel, Hernández, Aicart.
INCIDENCIAS: Miramar. 1.100 espectadores.
Área 11 / lUANCO
El Celta B salió derrotado de Miramar a manos de un Marino de Luanco que hizo lo mínimo para llevarse los tres puntos en juego (1-0). El filial vigués vio así truncada su buena racha de resultados de las tres últimas jornadas y observa cómo el objetivo del play-off se aleja ligeramente. Una falta botada en la prolongación del segundo tiempo por Alberto Suárez fue peinada por Pablo Lago lo suficiente como para despistar a Yoel y acabar en el fondo de las mallas. Sin tiempo para la reacción, los de José Luis Quirós arrebataban un punto a los gallegos de la forma más cruel posible.
La consigna que Alejandro Menéndez había transmitido a su plantilla a lo largo de la semana quedó bien patente en los primeros instantes del encuentro: ganar a toda costa. El Celta B visitaba a un Marino de Luanco muy irregular en Miramar con la baja de su máximo artillero, Goran Maric. El jugador serbio debía cumplir un encuentro de penintencia al cubrir el ciclo de amonestaciones. Sin embargo, pronto se percibió que los asturianos iban a vender cara su piel.
La primera mitad fue sosa, sin ocasiones de peligro remarcables y las únicas dignas corrieron a cargo de los luanquines. En el minuto 2 Pablo Lago avisó con un disparo manso que murió en las manos de un bien colocado Yoel. Apenas unos instantes más tarde el propio Lago volvía a poner en apuros a la zaga viguesa y obligaba al arquero gallego a realizar una espectacular intervención. El conjunto de Alejandro Menéndez reclamó un posible penalti sobre Mateo cometido por Canterla, pero el colegiado no señaló el punto de los once metros. No obstante, la actitud ofensiva del Celta B no era la idónea y las aproximaciones a las inmediaciones brillaban por su ausencia.
Mejoraron sensiblemente ambos contendientes tras el paso por vestuarios. Las arengas predicadas por ambos entrenadores parecieron surtir efecto y la ambición de los veintidós fue en aumento. Sobre todo fue el Marino el que subió un punto, poniendo en serios apuros a Yoel. No obstante, ambos preparadores veían que sus equipos flaqueaban y dieron entrada a jugadores de refresco. El Celta B respiraba aliviado y seguía viendo cómo su espléndido trabajo defensivo daba sus frutos. Pero a nivel ofensivo los vigueses seguían romos, intentaban jugar al contragolpe pero no lograban profundidad y la lesión de Joselu tampoco ayudó. Los gallegos echaban de menos a Maric.
Y, cuando el empate parecía que iba a ser el resultado final, una falta en el vértice izquierdo acabó con las esperanzas visitantes. Alberto Suárez centró para que Pablo Lago peinara lo justo para despistar a Yoel y el balón besase la red. Corría el minuto 94 y la capacidad de reacción del Celta B era ya inexistente.
el faro de vigo
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