Alberto Suárez se toma cada oportunidad que le da Quirós para comerse el mundo. No es de extrañar. Al delantero avilesino le ha dado el Marino la oportunidad de volver a sentirse futbolista tras estar 28 meses de baja por una lesión degenerativa en una rodilla que sufrió cuando militaba en el Éibar. Suárez volvió a ser el revulsivo del equipo el pasado domingo, cuando el Marino derrotó «in extremis» al Celta B. Una victoria que ha elevado la moral de la plantilla.
Ahora, los azulones están fuera de puestos de descenso. «Antes del partido contra el Celta B había inquietud en el equipo. Estábamos jugando bien, pero no conseguíamos marcar. Por eso el gol de Pablo Lago lo celebramos como si hubiéramos ganado algo importante», señala Alberto Suárez, que aún no se explica el porqué del bache que parece comenzar a superar el Marino. «Estábamos con la "caraja", siempre cuesta arriba en los partidos. Además, perder en el campo del colista nos hizo mucho daño», comenta el avilesino.
Con nueve partidos por delante, Alberto Suárez considera que la permanencia pasa por Miramar. «Tenemos que seguir en esta línea, sobre todo conseguir que no nos marquen en casa. Ésa es la clave», apunta Suárez.
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