Luis Gallego envió ayer un mensaje de «tranquilidad» a la afición del Marino, que sufrió el pasado domingo un varapalo con la inesperada derrota en el feudo del San Sebastián de los Reyes, penúltimo clasificado. Los dos últimos tropiezos han situado a los luanquinos en la zona de descenso, y el dirigente exigió a la plantilla «que se ponga las pilas» para evitar el descalabro: «Sería muy triste perder la categoría».
El calendario que les espera a los azulones no invita al optimismo, pero el presidente despeja el mínimo atisbo de dramatismo apelando a la profesionalidad y veteranía de sus jugadores. «Tienen experiencia para sacar esto adelante. Puede entenderse que tengan más dificultad los jóvenes, futbolistas como Pascual, Vicky o Alex, pero el resto conoce bien Segunda B. Tienen que centrarse todos más».
Gallego apunta a los problemas para marcar como principal razón de los malos resultados, y asegura que la derrota ante el Atlético de Madrid B en casa hizo mucho daño. «No obstante, no podemos fiarlo todo a los encuentros en Miramar, quedan cinco en casa y cinco fuera y hay que puntuar en los que se pueda».
Entre los rivales a la vista destacan equipos en plena lucha por el ascenso como Deportivo B o Rayo Vallecano, y huesos como el Pontevedra o el Real Madrid Castilla. Este domingo, el Celta B visitará Luanco a las 17.00 horas. José Luis Quirós recupera a Guillermo, tras cumplir un partido de sanción, y podrá contar con Ñoño.
«Hay calidad suficiente, pero tenemos que jugar menos atenazados, a ver si nos sonríe un poco la suerte, aunque el problema no son ni los árbitros ni la fortuna. Si estamos en la zona de descenso a estas alturas de la temporada es porque nos lo merecemos por lo que hemos hecho en el campo», subrayó Gallego.
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