El empate sin goles ante el Sporting B sacó a relucir una vez más la ineficacia goleadora del Marino de Luanco. Los azulones han carecido hasta la fecha del acierto necesario como para atesorar más puntos en su casillero. Un problema tanto circunstancial como de falta de jugadores goleadores.
Cuando un equipo se atranca en ataque, suele apelar a las jugadas a balón parado. Ni por esas ha conseguido el Marino enderezar su rumbo. No en vano, el equipo azulón tan sólo ha sido capaz de anotar dos goles a balón parado, únicamente uno de ellos en jugada de estrategia.
Así, Samuel, a la salida de un córner, anotó el único gol del Marino en Sestao, para el 2-1 final, y también el único en jugada de estrategia. El otro tanto a balón parado para los azulones lo logró Jaime, de penalti, ante el Rácing B.
La falta de pegada del Marino es más que evidente. Un dato: la mitad de los goles que han logrado los de Quirós, tres, los anotaron los azulones en un sólo partido: ante el Racing de Ferrol. Además, el Marino, que ha anotado seis goles en trece partidos, hace una diana cada 195 minutos, esto es, cada dos partidos largos.
La falta de un goleador se unió a la larga lesión de Nacho García y a la pérdida de Alberto Suárez, al que el club había puesto la etiqueta en pretemporada de referente en ataque. Jabuti, por su parte, aún no se ha estrenado. Rubén Suárez y Jaime, ambos con dos goles, son los máximos realizadores del equipo azulón.
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