El Marino dio la sorpresa al hacerse con los tres puntos en su visita a Lasesarre. Los pupilos de José Luis Quirós demostraron que, pese a su situación clasificatoria, tienen mimbres suficientes como para vencer al conjunto de la talla del Barakaldo. Al acierto rematador de la primera parte sumaron un buen trabajo de contención en la segunda, lo que les valió para hacerse con el triunfo tan contundente como necesario.
El inicio del partido dictó muy pronto el guión que iba a desarrollarse sobre el terreno de juego. Al poco de comenzar, el Marino se adelantó en el marcador gracias a una acción fortuita. Un disparo de su lateral izquierdo Álex golpeó en su trayectoria hacía la portería en un jugador del Barakaldo, tomando una parábola que sobrepasó al portero. El tanto provocó que los fabriles tuvieran que apretar y acto seguido respondieron con un disparo de Rebollo.
Cuando parecía que los pupilos de Alberto Iglesias se habían hecho con las riendas del encuentro llegó un nuevo golpe por parte asturiana. A la salida de un córner, los ayer rojillos firmaron el segundo tanto poniendo el partido muy a su favor y caminando con paso firme hacia la sorpresa. El Barakaldo respondió poniendo sobre el terreno de juego a su máximo artillero Bolo. Intentó recortar diferencias en el marcador antes del descanso, pero lo hizo más con el corazón que con la cabeza. De hecho, el conjunto astur pudo aumentar la cuenta con dos remates al larguero casi seguidos de Pablo Lago y de Jaime.
Tras el descanso, el Barakaldo saltó al campo con ganas de darle la vuelta al partido, pero se quedó todo en intención. Pese a que el Marino le dio la posesión de la pelota, el equipo local apenas creó oportunidades claras de gol. Tan sólo cabe destacar un disparo de Eneko Rubio.
Los asturianos, por su parte, hicieron muy bien los deberes. Juntaron las líneas atrás, dejando jugar a su rival hasta la frontal del área sin apenas sufrimiento. Además, el Marino robó un balón y armó un contragolpe que culminó Jabuti llevando el balón al fondo de la red local, firmando así el definitivo 0 a 3.
En los últimos diez minutos, la situación se torció, ya que Samuel Barrio vio la cartulina roja por una mano dentro de su área y el árbitro señaló penalti en el minuto 82. Bolo fue en encargado de ejecutar la pena máxima, pero el guardameta Guillermo, en una gran intervención, evitó el tanto vasco. Los minutos transcurrieron sin que el Barakaldo, que se dedicó a dar balonazos, tuviera capacidad de sorprender a su rival en alguna acción ofensiva.
Con su segundo triunfo consecutivo, el Marino se asoma a los puestos de permanencia. Puede lograrlo si gana en la próxima jornada al colista, Valladolid B, en Miramar. Este partido se adelanta al sábado, a las 5 de la tarde.
El entrenador del Marino, José Luis Quirós, explicó lo que había cambiado respecto a anteriores partidos: «Hemos estado acertados de cara al gol». Quirós también reconoció que «tuvimos suerte en el primero, ya que ha tocado en un defensa. Salimos a ganar desde el principio. En la segunda parte hicimos un partido de contención y nos defendimos bien ante un equipo poderoso en el juego aéreo».
Quirós añadió que «la victoria nos viene muy bien porque esto quiere decir que podemos ganar en cualquier campo. Aunque está claro que tenemos que hacernos fuertes en casa para conseguir la permanencia». Finalizó diciendo que «llevamos una primera vuelta con sólo dos centrales y esto no puede ser. Para el domingo me tendré que inventar uno por la sanción a Samuel». Sobre la jugada de la expulsión dijo que «ha sido penalti, pero me pareció excesivo que expulsaran a mi jugador».
El entrenador del Barakaldo, Alberto Iglesias, habló de «partido horrible, nefasto. El resultado es consecuencia de lo que ha pasado en el campo, sobre todo en la primera parte. Ellos lo han aprovechado, les hemos puesto el partido muy franco. Hemos sentido demasiado los dos mazazos».
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