No corren buenos tiempos para el Marino de Luanco. La polémica sobre el mal estado del césped de Miramar parece haber desestabilizado al eq-uipo azulón que ha ingresado en una peligrosa dinámica perdedora. Además, la forma en que se produjo la derrota del Marino en San Sebastián, de penalti y en el tercer minuto del descuento, supuso un torpedo en la línea de flotación de los luanquines que se quedan a cinco puntos de la salvación absoluta y a cuatro de la promoción por la permanencia, aunque el Marino figura con un partido menos.
El técnico, José Luis Quirós, no podía ayer ocultar su desazón. «Estamos fastidiados, lógicamente. Cada jornada que pasa estamos más apurados y tenemos que empezar a ganar cuanto antes», comenta el entrenador mierense. A pesar de la trayectoria del Marino, que con la de anteayer ya encadena cuatro derrotas, Quirós aún mantiene la calma. «Tenemos 22 puntos y la permanencia se estima en 46, lo que quiere decir que tenemos que sumar 24 puntos de los 56 que nos quedan por disputar. Seguimos dependiendo de nosotros mismos», asevera el entrenador marinista.
No obstante la calma chicha reinante en Luanco, el margen comienza a estrecharse para el equipo azulón. Quirós no es ajeno a las urgencias que su plantilla comienza a sentir en carnes propias. «Lo único importante ahora mismo es puntuar. Hay que hacerlo como podamos. Si a lo largo de un partido vemos que no podemos ganar, hay que asegurar el empate, porque el año pasado nos salvamos gracias a empatar en varios campos», señala el entrenador marinista, que intenta azuzar a los suyos y hacerles reaccionar. «Los jugadores son humanos y están fastidiados de moral, pero tienen que darse cuenta de que nadie de fuera de Luanco va a venir a darnos los puntos. Los tenemos que sacar nosotros. El equipo tiene que currarse los puntos en el campo», afirma el mierense.
Los cálculos dictan que, para salvarse, el Marino deberá sumar casi la mitad de los puntos que le quedan por disputar. En este sentido, los cuatro próximos partidos se vislumbran como vitales, puesto que los azulones jugarán tres de ellos en casa, siempre y cuando el terreno de juego de Miramar se recupere: el domingo frente al Guijuelo, el miércoles 4 ante el Sestao, partido aplazado en su día, y el domingo 8 ante el Celta B. Entre medias, el 1 de marzo, el Marino visitará a la Ponferradina. Quirós tiene muy clara la fórmula para que su equipo saque adelante los envites: «Tenemos que rentabilizar mejor las ocasiones».
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