El Marino ha marcado en la primera vuelta 7 goles menos que la temporada pasada a estas alturas, una cifra que explica su difícil situación y el empeño del club en reforzar un ataque en el que los problemas físicos han impedido a los arietes Nacho García y Darío Aliaga rendir al máximo.
El año pasado los de José Luis Quirós podían presumir de una cierta tranquilidad situados en la novena plaza tras la disputa de la primera parte del campeonato. Un pírrico bagaje de 18 dianas resultó suficiente para acumular 28 puntos. En la actualidad, los luanquinos son decimoséptimos con un pobre balance de 18 puntos y 11 tantos a favor. El único partido en el que consiguieron perforar la portería contraria en más de una ocasión fue el que les enfrentó al Atlético de Madrid B, encuentro que terminó con un 2-2 poco útil para los intereses del Marino.
La llegada de Pablo Lago, Pablo Díaz y Fredy tiene como objeto que los delanteros dispongan de más ocasiones de gol, aunque el club sondea el mercado para aumentar la competencia en el ataque. Hasta el momento el nombre que más ha sonado es el de Carlos Álvarez, pendiente de solucionar su situación con el Sporting.
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